sábado, 30 de marzo de 2013

DESDE LITUANIA

A veces una misma experiencia vista con otros ojos y expresada con otras palabras nos dice tantas cosas nuevas...

Escribe Sofija desde Lituania. Escúchale sin prisas.


Cada año en la convivencia de Kretinga (campo de trabajo social) aprendo algo nuevo. Ese año entendí que aunque nos parece que somos las salvadoras y que vamos a cambiar las vidas de los ancianos y la gente pobre, la realidad es un poquito diferente. La verdad es que cada experiencia nos da más de lo que podemos imaginar. Los abuelitos me enseñaron a sufrir, crecer y dar gracias a Dios por cada minuto de felicidad. Las familias pobres me han mostrado que el dinero no es muy importante si de verdad quieres a tu familia. Sin dinero la vida puede ser igualmente divertida, plena, llena de amor; sólo tienes que poner más esfuerzo. Me gustó lo que me dijo mi amiga durante la convivencia: "No puedo creer que mi sonrisa sea suficiente para hacer a alguien feliz. Lo que no sabemos es que las pequeñas cosas que hacemos son las más importantes. La gente que me pareció que iba a salvar al principio de esas convivencias, me  han salvado a mi. Recibí más de lo que dí. Aprendí que cada persona es un tesoro, cada persona es una historia que te puede enseñar algo muy  valioso si la dejas. 


(gal tik reiketu įrašyti ispaniškas raides nes pas mane nera:)

jueves, 14 de marzo de 2013

Tu tiempo ¿lo inviertes, lo gastas o lo pierdes?




Este fue uno de los temas que nos hicieron pensar durante la I Jornada de Voluntariado del pasado 2 de marzo.
Marta Saurí (nuestra conferenciante) nos invitó a hacer una lista de las cosas en las que invertimos nuestro tiempo. Porque ese tiempo es el que tenemos -ni más ni menos- para conseguir la felicidad. Y no se es feliz cuando una se encierra en sí misma. Sólo buscando la felicidad de los demás encontramos la nuestra.
Cuanto más tiempo invierto en mí misma, cada una en sí misma (pensando lo que valgo, lo que me voy a poner para estar más..., mi comodidad, etc) más barreras pongo a los demás y más me alejo de la felicidad, porque me encierro en la burbuja de mi egoísmo.
Por tanto hay que buscar actividades, acciones a lo largo del día, de la vida, que me mejoren como persona, que me hagan crecer y ahí invertir mi tiempo.

Y no hay nada que nos haga crecer tanto como personas que darnos a los demás, buscando hacerles felices, pasando por encima de nuestros gustos y de lo que nos apetece. Así conseguimos que el tiempo libre no sea tiempo muerto y que nuestro esfuerzo esté recompensado con una vida llena, feliz.
Lo más importante del buen uso del tiempo es tener claro que lo único que se tiene es el presente; el pasado ya no está y del futuro... no sabemos nada de nada.
Piénsalo, te sorprenderás al descubrir cuantos minutos de tu día se te van en 'tonterías'.







sábado, 9 de marzo de 2013